Advertencia Seria

Este blog contiene material que puede causar daño para personas sensbiles. Ha sido creado por y para amantes del gore...acepten las premisas que aquí les advierten...Jorge y Amaury

Para los señores ANONIMOS... teneis tan pocas pelotas, tan pocas... joder que ni decis vuestros nombres. ¿Que no somos crueles? joder... meter a tios las manos en las trituradoras es de ser gente de bien... tocate los huevos

domingo, 3 de enero de 2010



Foto: Sean Brennan - LAM


Siento la tardansa en escribir, pero debido a cuestiones fuera de mi alcanse, quisas la falta de inspiracion o algo, no podia escribir mas que pendejadas cursis, asi que a ver que demonios me sale ahora que tengo mas que jodido un oido y tengo que doparme para que no me duela.

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Escuchaba con toda la pasiencia que podria aguardar, tratando de ignorar las pendejadas que se atrevia a decir de mi madre, quisas uno de mis puntos mas debiles, pues a pesar de todo, quisas ella era a la unica mujer que despues de muerta podria respetar.

-Mejor cierra el puto osico si no quieres que te lo deje estampado contra los adoquines.-espete mientras caminaba a su lado, siendo literalmente arrastrado.-Y me puedes decir donde chingados dejaste el automovil o quieres ir a pie?

Pregunte, sin dejar de mirarle, pasando mi mano por mi largo cabello, sin dejar de caminar ni un solo instante.


Llegamos a una de las calles detras del palacio de bellas artes, un lugar demaciado sucio, donde la pobresa se acumulaba, se podia oler incluso en el ambiente, ademas del constante olor a orines y cerbeza.

Unos pasos mas y ahi fue a donde encontre el destartalado auto que habiamos adquirido hacia unos dias, para que tanto lujo siendo que en una ciudad asi, no duraria ni una hora a salvo de los ladrones.

-Vamos imbesil, subete.-ordene abriendo la puerta del piloto, mientras observaba fijamente a un joven, leyendo sus pensamientos, ambisosos, nervioso, una caos de mente, enferma y drogada.

Solte una carcajada, recordando yo aquella sensacion, la ingravides y el valor.

Cerre la puerta del carro, caminando e ignorando los reclamos de Amauri, mientras caminaba en direccion del mortal.

-Se te ofrese algo?-pregunte en tono altanero, con voz ronca.

-Dame lo que traigas y las llaves de tu auto.-ordeno, con una mano temblorosa donde llevaba una pistola.

-Dudo que quieras hacer eso, no podras ni hacer un disparo antes de que te mate.-el joven simplemente solto una carcajada, antes de soltar el primer disparo, avalentonado, a lo que yo simplemente me doble, dado que la bala habia entrado y salido directamente en mi abdomen.

Me levante siseante, lanzandome contra el, tomandolo por el cuello, estampandolo contra la pared.

-Te adverti, maldito hijo de puta.-sisee, antes de clavar mis uñas en su estomago, arrancandole las entrañas de un solo tajo, provocandole el mas agudo de los dolores.

Lanze aquellas viseras lejos, desquitando la ira que me habian provocado las palabras de Amauri en el.

Lami mis dedos manchados de sangre, sonriendo dejandole ver mis peligrosos colmillos, clavandolos en su cuello mientras metia mi mano en el agujero que tenia en el estomabo, moviendo el resto de sus organos hasta encontrar el corazon, que latia acelerado, hasta que lo arranque de un solo tajo, manteniendolo brevemente en mis manos, dejando caer el cuerpo aun consiente de aquel hombre, pues su cerebro aun reaccionaba, aun me miraba, con esos ojos oscuros, acuosos.

Simplemente molestos, tanto que no haye mas remedio que aplastar su cabeza con el tacon de mi bota, escuchando el crujir del craneo y ver la sangre y pedazos de cerebro embarar el sucio pavimento.

Deje el corazon tirado como basura inservible, pateando el resto del cuerpo que volvio a impactarse contra la pared, rompiendo uno que otro cuerpo.

Camine de regreso al auto, donde Amauri esperaba recargado en el.

-Vamonos.-dije antes de meterme y arrancar.

lunes, 16 de marzo de 2009

Espere cuanto pude, pero por desgracia mía el chiquillo además de acompañado, estaba claramente custodiado por el padresucho que daba la misa de esa hora, así que torcí la boca en molestia mientras me ponía de pie para salir de la catedral, sintiendo la mirada acusante de los feligreses, que me observaban con ganas de querer exorcizarme o algo parecido.

Sonreí, mientras me acomodaba los lentes y sonreía, dejando ver mis relucientes y filosos colmillos.

Salí del lugar, dejando que el viento fresco de la noche agitara mis cabellos, mientras, atravesé la pequeña avenida para pisar la plancha del Zócalo de esa ciudad, iba nuevamente escuchando música a todo volumen, cuando sentí la presencia de ese imbesil amigo mío.

-Buenas Ama.-dije con voz ronca, notando en sus mejillas, toda la sangre que había tomado aquella noche y sonreí al ver también su sonrisa de satisfacción.-Donde andabas metido puta, y no me vengas con esa de que… “No se, me perdí de nuevo en tu puta ciudad”… por que se perfectamente donde te metes, de lo contrario, no seria fácil que volvieras siempre.

Dije, sonriendo irónicamente, disfrutando con todas aquellas palabras que salían de mis labios, pues siempre era un gran placer molestarle, pues así era nuestra eterna relación de amistad y desprecio.